¿Qué es para tí Blade Runner?

a) Una grandiosa peli de acción de estética cyberpunk con todos sus ingredientes: tiros, sangre, chica misteriosa… y unos malos muy malos.

b) Una magistral peli futurista y siniestra, que huele a humedad, a charco, a comida china… con un gran despliegue de medios y efectos especiales y un planteamiento filosófico catastrofista sobre la ingeniería genética…

c) Poesía.

Cualquiera de las respuestas es perfectamente válida. Sin embargo, si marcaste la C, quizás te gustaría seguir leyendo.

Podría pegarme años hablando de Blade Runner sin perder un ápice de emoción en mi discurso pero, navegando por la red, me he dado cuenta de que ya está todo dicho.

Sin embargo, me siento en la obligación de hacer un homenaje al personaje de Roy (Rutger Hauer) que me fascinó desde el primer momento. Roy es un replicante resentido que no puede comprender lo que le depara su destino. ¿Por qué ha tenido que verse siempre relegado a ser un esclavo?, ¿por qué no puede disfrutar de una vida plena, feliz y sin una fecha de caducidad tan limitada?

Por mucho que todos deseemos fervientemente que nuestro amigo Deckard (Harrison Ford) haga papilla a los malos, yo con quien siento una gran conexión y empatía es con Roy. Es un personaje entrañable que me ha cautivado y al que cojo mucho cariño cada vez que veo la película. Y siempre pienso que no es justo.

Cierto es que su modus operandi hace que, en principio, parezca una criatura deleznable, sin compasión, gélida y sádica. Pero él es lo que le han hecho ser. Para mí, su conflicto es la piedra angular de la película. El monstruo Vs. su creador.

Desde mi punto de vista, Roy es el absoluto protagonista de Blade Runner, y la trama de Deckard es el contexto en el que desarrolla su conflicto (o al menos es lo que yo quiero creer). Deckard es el personaje clave que otorga a Roy la paz.

Blade Runner es un duelo de titanes de final incierto (hay un mastodóntico debate abierto en torno a la naturaleza de Deckard, y a cientos de pequeños detalles más, y esto sí es cuestión de fe), en el cual, como en todo final feliz, Roy consigue alcanzar su máxima plenitud. Cada frase del guión que sale de sus labios es pura poesía:

I’ve seen things you people wouldn’t believe. Attack ships on fire off the shoulder of Orion. I watched C-beams glitter in the dark near Tannhäuser Gate. All those moments will be lost in time like tears in rain. Time to die.

Yo he visto cosas que vosotros no creeríais: atacar naves en llamas más allá de Orión. He visto Rayos-C brillar en la oscuridad cerca de la Puerta de Tannhäuser. Todos esos momentos se perderán en el tiempo como lágrimas en la lluvia. Es hora de morir.

Lejos de tratar de parecer petarda, ya que admiro muchísimo el arduo trabajo de los dobladores de cine y series, os aconsejo que veais Blade Runner en versión original, si quereis disfrutarla plenamente. Es por una cuestión de matices en el significado de algunos diálogos. Y no sólo por eso…

Porque es poesía.

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