Fueron dos años. El curso profesional de cine y vídeo primer nivel y el de 16mm. En el curso de 16mm fui director, director de fotografía, jefe de producción y ayudante de sonido.

-Háblanos de tus profesores, de tus compañeros, de cómo eran tus clases

Hace ya unos añitos, pero recuerdo las clases con mucho cariño. Tuve como profesor a Guillermo Groizard y a Manolo Román, con los que aprendí mucho sobre montaje, dirección, análisis de cine. Y de los compañeros que tuve, conservo todavía grandes amistades. Al terminar la escuela nuestro grupo siguió realizando cortometrajes, nos llamábamos los Minijacks. Incluso nació una relación en nuestra promoción, que ahora son padres de dos hijos.

-¿Has notado los años de clases a las espaldas y como una ayuda, a la hora de lanzarte al mundo laboral?

La escuela fue un buen complemento a los estudios de fotografía que ya había realizado. Lo mejor fueron las prácticas en cortometrajes y tocar todos los palos, porque saber de más puestos ayuda en cualquier especialidad que después quieras hacer.

-El recuerdo más divertido que tengas de Metrópolis:

Las galas de final de curso, nos las tomábamos muy en serio, aquello parecía los Globos de Oro. Todavía tengo mi Gustavito en la estantería. Y los rodajes fueron muy divertidos, hicimos muy buena piña.

-Un consejo para los que empiezan en Metrópolis.

Que aprovechen todo el tiempo y ayuden en todos los rodajes aunque no sean de su grupo. Trabajando es como mejor se aprende. Que vean mucho cine para complementar las clases y que no le resten importancia a ningún puesto de un rodaje, todas las piezas son fundamentales para que funcione un proyecto.

-¿Proyectos para el 2014?

El estreno de mi primera película como director de fotografía «Pixel Theory», un largometraje documental, la iluminación de la obra de teatro «Tour de force» un par de cortometrajes en el Notodo y un nuevo encuentro con el director Jota Linares en «Rubita». Y espero estrenar al fin mi cortometraje «Animales 3.0».

Demo Reel de Manolo Pavón