Acabamos de terminar unas semanas de muestras de todos los cursos. Siempre hay que tener en cuenta que muchas de esas personas que hacen esas muestras, es la primera vez que se suben a un escenario.

La cantidad de sentimientos y emociones que se sienten justo antes de que se abra el telón, es muy difícil expresarlos, pero nuestro alumno Adrián de 1º de interpretación, ha intentado plasmarlo con estas palabras:

«Para mí, haber podido estrenar una muestra con un texto clásico, como el de Prometeo Encadenado, ha supuesto todo un reto, ya que no estoy acostumbrado a interpretar textos clásicos.

Ha sido todo un honor y satisfacción volver al escenario tal y como lo hice.
En el proceso de aprendizaje de esta muestra me llevo la lucha, el esfuerzo y el compromiso que requieren interpretar un texto de tal calibre. En varias ocasiones me he sentido abrumado por la grandilocuencia que requiere el texto, incluso llegando a luchar contra mis demonios internos y mi auto-boicoteador, ese que a veces me dice en forma de miedo o de dudas que no puedo.

Pero tras la muestra, la reacción del público, el feedback de mis compañeros y profesores, y mi autocrítica, puedo afirmar que sí, que yo puedo y he podido defender esa pieza con toda la ilusión, esfuerzo, tesón, trabajo y ganas que me gustan a mí.

Estoy orgulloso de haberle podido atribuir todo ello a mi trabajo como actor, ya que eso me define y me llena el alma.»