PABLO FLORES

Cine y Vídeo

Estaba buscando una escuela de cine a la que apuntarme, con buenos horarios y un precio que me permitiera seguir dándome mis caprichos (como pagar el alquiler o hacer tres comidas al día), así que entré a Metrópolis a informarme. El horario era perfecto y el precio muy razonable, pero como no me gusta tomar decisiones precipitadas salí a la calle y me senté en un banco a reflexionar. “¿Me apunto o qué? Yo no tengo ni idea de cine, el profesor va a empezar a hablar de clásicos y yo no he visto prácticamente ninguno. Seguro que los compañeros son todos unos gafapastas modernos resabiados. ¿Me apunto mejor al gimnasio? Pero me apetece tanto aprender a escribir guiones…” Y sí, al final me apunté.

A día de hoy es una de las mejores decisiones que he tomado. Los profesores son profesionales en activo a los que sobre todo les encanta contar historias y que han elegido el cine como medio para hacerlo, pero lo mejor de todo, como alumno, es que transmiten y contagian su entusiasmo en cada clase. Los compañeros no eran gafapastas modernos resabidos (vale, algunos sí, pero en ningún caso resabiados) sino personas que se convirtieron en buenos amigos después de rodar el primer corto.

El primer corto… independientemente del resultado es increíble la sensación de darle vida a una historia desde el papel a la pantalla (algo totalmente adictivo) sobre todo si compartes esa experiencia con personas como las que he tenido la suerte de encontrarme en Metrópolis, tanto profesores como compañeros.

Abrir chat
1
¡Hola!
¿Necesitas información sobre los cursos o actividades de la Escuela?