La respuesta que normalmente esperamos es un sí o un no, pero lo malo del mundo moderno es que nos van a atiborrar con  un montón de números y fórmulas que tratarán de dar respuestas en función de: tamaño de la pantalla, distancia a la pantalla, número de cervezas ingeridas antes de ver la peli.

Yo voy a hacer mi apuesta. En un salón de casa normal con una tele bastante grande, digamos de 70 pulgadas: NO VALE LA PENA

Voy a tratar de argumentarlo.

 

 

El mundo vivió un negocio de BILLONES (europeos) de euros alrededor de unas “teles” que la más grande tenía 28 pulgadas y que rarísima vez conseguían una resolución por encima de los 480 píxeles.

Dejadme escribir en grande 480 píxeles (x 360 líneas) fue todo lo que tuvo el ser humano para formarse y entretenerse en su casa durante casi 50 años. 

Ninguno de los que vivimos aquella época la recordamos falta de definición, de resolución o de foco. Como mucho recordamos más cosas en blanco y negro y que en verano había que forrar a hostias a las teles para que se pudieran ver; pero, sinceramente, ningún reproche señor Grunding.

Yo empecé a trabajar en la tele con Médico de Familia (PAL; aún no se llamaba SD porque el HD ni estaba ni se le esperaba para qué llamar a algo Standard Definition, cuando no había High definition). Siglo XX: Médico de Familia hacía un 42% de audiencia y más de 5 millones de espectadores a la semana.

Menudo es mi padre: SD; Compañeros: SD. 

Entramos en el siglo 21: Policías en el corazón de la calle: SD

Mis adorables vecinos: SD también, y así llegamos a la primera serie de la historia escrita exclusivamente para telefonía móvil: Supervillanos, también fue SD.

Ya había bastantes productos en HD, de hecho el BLU-RAY sale en 2003 y sus ventas no iban mal pero a pesar de (en teoría) cuadriplicar la calidad de imagen, la profesión se resistía a pasar a HD, solo algunas producciones para cine podían pagar los sobrecostes de trabajar en HD.

Hubo un cuasi-HD llamado HDV o HD ready, que en vez de ser 1920×1080 era 1440 pero el píxel no era cuadrado (me lo voy a saltar en los antecedentes históricos). Y por fin llegamos a un punto de inflexión.

Águila Roja. (2009)

Ya se habían realizado varias producciones de ficción en HD y el parque de televisores HD (más las infames HD ready) no superaba el 5% del total de teles en las casas. Es cierto que el tamaño medio de las pantallas había dado un salto espectacular. Una 50 pulgadas HD costaba 4000€. De hecho, yo compré una que terminé regalando a un bar.

Pero la emisión de las televisiones no era ni por asomo en HD, gran parte de esas producciones rodadas en HD se emitieron en PAL (SD).

Me encargaron la organización global del tinglado de Águila Roja: sistema de producción, configuración de equipos técnicos, gran parte del casting, estilo de dirección en la grabación, bla bla bla; y en determinado momento había que decidir si se rodaba en Betacam digital (768*576) o en HD (1920×1080)

Los costos de HD eran mucho mayores: más caras las cámaras, los sistemas de edición, los VFX, las cintas, el montante de ese apartado era casi un 50% por encima de hacerlo con el bien conocido sistema de Betacam digital. El proveedor de servicios presiona por todos los lados alabando las ventajas del HD y quiere que lo hagamos en HD y yo me niego a rebajar el sueldo de los cámaras (que por aquél entonces pasaba de 3500€ al mes) para que se lo llevara “tangencialmente” SONY.

Los decorados siguen construyéndose, los actores siguen contratándose, todo avanza inexorablemente hacia el arranque de la serie y seguimos sin decisión: SD o HD. 

Yo había comunicado a todo el mundo que la serie no valía la pena hacerla en HD porque:

1. El parque de televisiones HD era muy pequeño, íbamos a hacer televisión para 40 millones de teles, no para las 150.000 HD vendidas.

2. No teníamos garantía de que televisión española nos fuera a emitir en HD

y 3. Los sobre costes involucrados no habían sido tenidos en cuenta en las primeras aproximaciones al presupuesto.

Los directores de fotografía me querían matar argumentando que la latitud de exposición de las nuevas HD era muy superior, bla bla bla. El proveedor de la técnica, (que también era el dueño del plató donde construímos los decorados de Águila Roja) me llamaba por la mañana, por la tarde y por la noche a mí y directamente a Daniel Écija que era el productor ejecutivo. Dani siempre respondía: “lo que diga Guillermo” y yo “que la hacíamos en SD”.

Pero quise argumentarlo con datos y entonces realizamos una prueba de doble ciego: MISMOS PLANOS, MISMA LUZ, MISMAS ACCIONES rodadas en HD y rodadas en SD. Sin postproducción y puesto en una tele buena y grande (pero SD, la tele digo)

Todo el mundo aceptó el reto convencidísimos de que el HD iba a ganar de calle. 

Lo rodamos en la cantina de Águila Roja, vestimos 10 figurantes de época, lo llenamos de antorchas, fuego de cocina y la iluminación necesaria para hacer interior día, interior noche, exterior día y exterior noche.

 

Una vez grabado y editado sin corrección de color ninguna, lo exportaríamos a una DVD y lo reproducíamos en una tele buena grande. Los presentes votarían cual creen que se ve mejor o que tiene más punch o lo que quieran pero no podrán saber si están viendo HD o SD.

El visionado lo hicimos en las oficinas del propio plató de Águila Roja, y en primera fila Dani Écija.

Yo creía que la reunión duraría una hora o así, pero el propio Dani a los 5 minutos de ver unos planos y otros sentenció: Yo no veo ninguna diferencia, Guillermo tenía razón, la haremos en el sistema más barato.

Los directores de foto rechinaban dientes, pero no porque no se fuera a hacer en HD, que era su deseo, sino porque ellos tampoco pudieron ver ninguna diferencia (miento, un pelín mejor las hogueras de HD), pero sobre todo el proveedor de medios casi le da un infarto. Esto fue como a las 17.15h  y a las 19h me llaman urgente a los despachos de producción.

El director de producción me dice:  Me acaba de llamar xxxxx (el proveedor de medios) que nosdeja el HD al mismo precio que el SD.

Sonreí, me giré hacia el equipo de dirección y producción que compartían espacio y dije: “señores, esta serie la vamos a hacer en HD”.  Hubo vítores (siempre me he preguntado que más le daría a un auxiliar de producción una decisión así, pero allí estaba gritando AU!) Y es porque nos cuesta igual, no porque “hoy y ahora” se vea mejor.

Y así Águila Roja fue mi primera serie completa en HD, que nadie vio en HD, sólo los que se compraran el blu-ray y luego quisieran revisionarla (vaya ganas volver a verla).

La serie duró tantos años que le tocó vivir un episodio parecido para pasar a 4K, pero en aquella ocasión se quedaron en HD.

Porque lo cierto es que en esos 10 años que duró la serie, el parque de televisiones HD ya pasaba del 75% y el tamaño medio de pantalla principal del domicilio había superado las 40 pulgadas.


Es decir, el salón era igual y la distancia del espectador a la tele era la misma, pero la pantalla había crecido una barbaridad y ahora por fin la diferencia entre SD y HD era muy notable.

Toda esta historia parecería abocar a que antes o después se repetirá con el 4k o UHD Ultra High Definition (ya sé que no es lo mismo pero lo usaré como sinónimos) y luego el 8k etc… ¿no?

Pues no.

Por culpa de una cosa llamada “pantalla retina” de iPhone. Probablemente una de las pocas cosas que le estoy profundamente agradecido a Apple, haberse inventado ese término para demostrar que sus teléfonos no tenían peores pantallas que la competencia, sino mejores.

La verdad es que no recuerdo si fue el iPhone 4, el 4 plus o vete tú a saber pero en un despiste de Apple los coreanos sacaron Androids con mucha más resolución que iPhone. Mientras iPhone se ponía las pilas para que la siguiente generación de teléfonos tuvieran más resolución atacaron con dibujitos y fórmulas explicando que en realidad sus teléfonos ya tenían la máxima resolución que el ojo humano puede detectar a la distancia habitual de uso de un smartphone, y a esa resolución máxima-distinguible le llamaron pantalla retina.

Buceé en los datos, hice algunas cuentas y OMG!!, era verdad, Apple no mentía, no valía la pena tener un móvil de 3.5 pulgadas con 2k de resolución porque lo máximo que podemos apreciar es 0.9K.

Y a la postre esa es la razón por la que casi nunca vale la pena una pantalla de 4k frente a una de HD, porque son indistinguibles.

Y ahí debiera estar el gran quid de la cuestión: dos teles de igual tamaño y de resoluciones diferentes se ven EXACTAMENTE IGUAL a partir de determinada distancia. 

Ejemplo: 

tenemos dos pantallas de 55 pulgadas, una de 4K y la otra un humilde HD. Las alimentamos con la misma imagen, pero a la de 4K que sea una imagen de 4K y hacemos un downgrade para que se vea en la de HD. 

Nos colocamos a 2.17 metros de las pantallas y OH SORPRESA!!! se ven exactamente igual, idénticas, a pesar de que una cuadruplica la  resolución de la otra. Si nos empezamos a acercar cuando estamos a 1.2 metros podemos empezar a notar que la de 4k “se ve un poquito (muy poquito pero un poquito) mejor” Y desde luego a 60 cm se ve claramente mejor.

Pero, ¿quién se sienta tan cerca de una tele de 55 pulgadas? Me propuse hacer mis propias tablas.

Cosas que construí y notas iniciales:

 

 

Hay muchas web que indican la distancia óptima para ver una pantalla en función del tamaño de la pantalla y de su resolución, y siempre me parecieron bastante liosas. 

 

Fui al cine a los Renoir a ver ”Everything Everywhere All At Once” y el destino quiso que fuera en la última puta fila. No me lo podía creer una peli buena que me estaba entusiasmando en una pantalla más pequeña que mi móvil. No es una figura retórica, saqué el móvil, lo puse a una distancia normal de visionado y con ella podía tapar toda la pantalla de cine, luego la pantalla de cine era más pequeña que mi móvil. (bueno, es el día del espectador de qué te quejas, además creo que me han invitado).

A los 10 minutos de comenzar la peli, me sentía extremadamente molesto con el tamaño y volumen así que oteé por un asiento libre y el karma me dio uno centrado en fila 1. La peli pasó a ser a partir de ese momento un peliculón.

Así que el tamaño relativo de la pantalla de cine era el mismo que el de mi móvil de 149€ y esa era la razón por la que los Renoir y prácticamente ningún cine ha pasado a proyectores de 4K, porque nadie va a notar jamás la diferencia. Sólo si te sientas en la primera fila y aún así… 

Y el tamaño relativo de una pantalla está íntimamente relacionado con el ángulo de visión. Me puse manos a la obra.

Me hice con unas fotos en 4K y con photoshop las fui bajando a HD, SD y una cosa inventada SD/2.

Las imprimí en calidad, en A3, y las pegué en la pared de mi casa.

Luego busqué un artilugio con el que medir el ángulo de visión y finalmente usando a mi hija de 12 años (visión ultraperfecta de 11 sobre 10) y a mi chica de…. (no es necesario decir la edad) y a mí mismo (misma nota sobre la edad), pasamos media horita dando un pasito palante, otro patrás, con objeto de saber en qué punto dos imágenes eran indistinguibles independientemente de la resolución con la que estuvieran impresas.

Y este fue el resultado.

En casa tengo una 75 pulgadas 4k, veo la tele a una distancia de entre 2m30cm a 2m70cm dependiendo de qué lado del sofá me siente. Pues tal y como me imaginaba a esa distancia y ese tamaño de pantalla me da un ángulo de visión que la hace indistinguible de una tele de HD. De hecho he visto muchísimo contenido en 4k y nunca he notado que se viera mejor que el contenido en HD. Para que el 4k valiera la pena tendría que estar sentado muchísimo más cerca, casi 1 metro más cerca.

Supongo que los salones de los directivos que “inventan” y diseñan las teles deben ser muy grandes donde caben teles gigantescas que serán observadas a distancia de entre 3 y 5 metros y por eso nos dan la matraca con 8k y otros futuros.

Mi salón es relativamente amplio y la distancia a la pantalla es correcta y el 4k me sobra, pero ya es imposible comprar ese tamaño en HD, debe ser UHD (recuerdo no es lo mismo UHD que 4k, pero casi)

Cuando en su día inventamos el CD (44.1 Khz a 16 bit, no voy a entrar a describir lo que es, pero estaría bien que lo entendieras) se hizo rozando el límite de la capacidad  auditiva del ser humano. Por eso no se comercializa música por encima de dicha resolución porque es indistinguible de 44.1/16. Sin embargo, en la captación sí que nos interesa ir mucho más allá porque luego tenemos más posibilidades de postproducción.

En imagen el HD (en ángulos de visionado) está en los límites de la capacidad del ser humano de denotar la resolución a distancias normales, pero ¿en captación?

Ahí aplaudo cualquier iniciativa de incremento: grabar en 4K o superior es un alivio para reencuadrar en HD, y los problemas que se generan en edición son resueltos casi siempre en uno o dos años gracias a la ley de Moore.

¿Tienes impresora 3D? Porque he creado un .stl que sirve para saber qué resolución de pantalla está correlacionada con el ángulo de visionado de la pantalla, independientemente del tamaño de la pantalla y de la distancia de visionado.

Es decir es el ángulo de visionado quien lo marca todo, como en las ópticas de las cámaras de foto y/o cine. Pero para hacerlo más lioso, las ópticas se miden en mm y éstas significan cosas distintas en función del tamaño del sensor. Si desde el principio hubiéramos trabajado con el ángulo de visión, todas las ópticas del mundo tendrían una nomenclatura consistente. Diríamos, “me acabo de comprar un 4 grados con estabilizador impresionante” y todo el mundo lo entendería. Pero no, decidieron una medida que no representa nada para que solo algunos directores de foto lo pudieran entender. En otro post trataré este tema.

 

RESUMIENDO

Una tele 4K vale la pena si es de 70 pulgadas o más y la ves a menos de 2 metros, y una 8k debería ser de  al menos 150 pulgadas y verla a menos de 3 metros. 

Pero ahora que he desarrollado un chisme: todo el que quiera saber la resolución óptima de una pantalla en función del ángulo de visionado puede pedir prestado el “resulómetro guillermístico” (que es como he decidido llamar al chisme), ir a su casa, esperar a que no haya nadie en el salón para que no le vean hacer el ridículo, y sacar sus propias conclusiones.

Yo lo llevo encima siempre, por si en cualquier momento me quiero meter con el dueño de un bar por comprar una tele 4K.

 

GUILLERMO FERNANDEZ GROIZARD.

 

 

 

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